jueves, 5 de febrero de 2009

como te cuidas?

La importancia de la actividad física

La inactividad física es por lejos uno de los factores de riesgo mayores para el aparato cardiovascular. La vida sedentaria aumenta los factores lipídicos y no lipídicos del llamado “síndrome metabólico” y puede entrañar riesgo para el funcionamiento cardíaco y la irrigación coronaria.
En cambio, la actividad física regular (especialmente aeróbica: trote, caminatas, remo, natación, ciclismo), tiene los siguientes beneficios:

  • Reduce el peso corporal al gastar calorías lo que permite “mantenerse en línea”
  • Disminuye las ansias de fumar
  • Aumenta el colesterol HDL (“colesterol bueno”)
  • Reduce las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y en algunas personas también podría reducir el colesterol LDL (“colesterol malo”) y los triglicéridos (otro de los lípidos –“grasas”- de la sangre)
  • Puede reducir la presión sanguínea por lo que es muy útil en hipertensos
  • Reduce la resistencia insulínica lo que implica una ayuda para los diabéticos
  • Mejora la tolerancia a la glucosa (en otras palabras: bajan la glucemia, lo que ayuda especialmente a los diabéticos), abren las colaterales de las coronarias lo que previene o minimiza los problemas cardíacos, mejora los estados de ánimo (por ello es útil para los deprimidos) y si se hacen de mañana mejoran el sueño y las erecciones nocturnas.
  • Tiene una favorable influencia en la función cardiovascular
  • Mejora la circulación colateral coronaria (lo que reduce el riesgo cuando se llega a taponar un tronco coronario principal)
  • Activa la circulación periférica
  • Mejora los estados de ánimo (probablemente por liberación de endorfinas y neurotransmisores) lo que destaca su utilidad en cuadros depresivos
  • Reduce los niveles de estrés
  • Si se hace por la mañana o en las primeras horas de la tarde, facilitan el sueño y las erecciones nocturnas
  • Evita o disminuye innecesarios gastos sanitarios (medicaciones, cirugías, estudios, etc)

    Por varias de las razones anteriores ayuda a mantener una mejor salud sexual y un mejor estado anímico y corporal

    Por lo que vemos es altamente saludable mantener, desde la juventud hasta la vejez, actividades físicas periódicas y frecuentes que se conecten con la medicina preventiva y una mejor calidad de vida.

    ¡A mover el cuerpo, entonces!

como te alimentas?

Ser vegetariano

¿Has pensado alguna vez qué es ser vegetariano? No sólo se trata de comer verduras, pues el vegetarianismo tiene toda una filosofía detrás. Su objetivo es que tanto el cuerpo como el espíritu tengan mayor salud, bienestar y estén más equilibrados. Quienes son vegetarianos no comen nada de carne. Pero no todos son iguales, pues existen diferentes formas de ser vegetariano.

Los Vegetarianos Clásicos:

Se denominan también lacto-ovo-vegetarianos. Comen, además de todos los vegetales, la leche y sus derivados y los huevos.

Los Crudívoros:

Comen vegetales (frutas y verduras) lo menos pelados posible y sobre todo no cocidos. Este consumo crudo de alimentos tiene como objetivo principal evitar al máximo la pérdida nutritiva que se produce con la cocción.

Los Frutarianos:

Promueven el no consumo de productos a base de carne y el no consumo de verdura a cambio de un consumo más abundante de fruta. Comen frutos secos y fruta fresca.

Los Granivorianos:

Su dieta es a base de granos. Los granivorianos también eliminan de su alimentación la carne y los productos de origen animal.

Los Lácteo-cerelianos:

Proponen alimentarse principalmente de productos lácteos y de cereales.

Los Veganos:

No consumen productos o subproductos de origen animal, o productos gestados sobre animales. El vegano rechaza en su dieta las carnes, los pescados, los lácteos, los huevos, la miel, y en general todos los productos derivados de los animales, incluyendo el cuero, las pieles y hasta la lana.

¿Qué come un vegetariano?

Frutas frescas, vegetales, cereales, pastas alimenticias, pan, patatas, legumbres (judías, garbanzos, lentejas, guisantes, etc.), arroz, semillas y frutos oleaginosos, germinados de legumbres y semillas, frutos secos y sus cremas (de almendras, cacahuetes, etc.); leche de soja, tofu.

¿Qué no come un vegetariano?

Carnes y embutidos; aves de corral y grasa animal; pescado; cereales blanqueados o refi nados. Además, los veganos no comen: bebidas industriales azucaradas; azúcar industrial; miel; queso; huevos.

Algunos vegetarianos famosos.

*Brad Pitt
*Natalie Portman
*Lisa Simpson
*Leonardo DiCaprio

Historia del vegetarianismo

El vegetarianismo viene de tiempos inmemorables. Desde el siglo VII a. C. el jainismo, religión de la India, practicaba la no violencia hacia los humanos o hacia los animales. Por esta razón no comían carne animal. Desde la antigüedad, muchos pueblos han predicado el no consumo de la carne. Por ejemplo, los sacerdotes egipcios tenían una alimentación vegetariana para poder mantener el voto de castidad. Las civilizaciones antiguas de Grecia y Roma contaron con personajes famosos que eran vegetarianos, como Platón y Homero. Muchas religiones antiguas también han promovido el vegetarianismo. Algunas de ellas son:

*Brahmanismo
*Budismo
*Jainismo
*Zoroastrianismo

Muchos hindúes y algunos grupos católicos siguen el hábito alimentario basado en comidas vegetales.

Grandes personajes de la historia han sido vegetarianos:

Leonardo da Vinci, el gran genio del Renacimiento que fue pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, anatomista y hasta chef.

Isaac Newton, científi co, físico, fi lósofo, alquimista y matemático autor de la ley de la gravedad.

Miguel de Cervantes, el escritor español autor de El Quijote.

Albert Einstein, el gran científico de la historia creador de la teoría de la relatividad.

¡Lo vegetariano también es delicioso!

Aquí te va una receta súper sencilla, que puedes disfrutar si eres vegetariano y si no lo eres también.

Panecitos de Zanahoria


¿Que necesitas?

*4 tazas de harina integral superfi na
*1 taza de germen de trigo
*1 cucharada de sal marina (o sal corriente)
*3 zanahorias ralladas
*1 cucharada de levadura de cerveza
*600 cc de agua tibia

¿Cómo lo haces?

1. En una taza mezcla la harina, el germen de trigo, la sal y las zanahorias ralladas. Esparce la mezcla dentro de la taza, es decir, forra la taza con la mezcla. Vierte en el centro la levadura disuelta en un poco de agua tibia y a la mezcla agrega el aceite.

2. Mezcla todo muy bien, si necesitas más agua para que la masa no quede seca, agrégala. Que te quede una masa suave. Deja descansar la masa en un sitio templado por treinta minutos

3. Precalienta el horno y apágalo. Mete en él la masa en un molde aceitado y déjala por treinta minutos más para hacer leudar la levadura.

4. Saca la masa y forma los panecitos, pínchalos con un tenedor y ubícalos en el molde aceitado. Hornéalos por 45 minutos aproximadamente a unos 250 grados centígrados. Observa para que no se te vayan a quemar y si todavía están crudos déjalos un rato más. Retíralos y déjalos enfriar